Alienación - Separación - Oír

La constitución del sujeto – Alienación

2- Alienación separación

Para continuar con el proyecto de llegar a entender el proceso de constitución del sujeto, retomo la cita de “ Fundamentos del Psicoanálisis” 1, que aparecía en la primera parte de este trabajo 2: Aquí se superponen dos faltas. Una se debe al defecto central en torno al cual gira la dialéctica del advenimiento del sujeto a su propio ser en la relación con el Otro, debido a que el sujeto depende del significante y el significante está primero en el campo del Otro. Esta falta retoma la otra falta, la falta real, anterior, que ha de situarse en el advenimiento del ser viviente (…). La falta real es lo que pierde el ser viviente de su porción de viviente por reproducirse por la vía sexuada.”

Lacan dice que la falta real es anterior a la simbólica, pienso que tiene que referirse a una anterioridad lógica, puesto que son procesos que se producen antes de la aparición del sujeto, y son, precisamente porque el sujeto aún no se ha constituido, “ procesos ahistóricos” 3, que no pueden ordenarse cronológicamente.

Retomo las dos faltas de que habla Lacan, una real y otra simbólica. Vimos cómo se genera la falta real , el troumatisme” , el “ traumaagujero” , que produce el lenguaje en el viviente, la mortificación necesaria para devenir humano a partir de un mamífero prematuro.

Trabajaré  ahora la  falta  simbólica, la que se genera “ debido a que el sujeto depende del significante y el significante está primero en el campo del Otro”. Veremos cuál es el proceso por el que el sujeto “ nace” , de los significantes que vienen del Otro, mediante dos operaciones.

Lacan dice en “Posición del Inconsciente”, que el inconsciente “se encuentra gobernando las dos operaciones fundamentales en que conviene formular la causación del sujeto.” Esas dos operaciones son alienación y separación. 4

Esas dos operaciones aparecen formuladas explícitamente por Lacan en el seminario “Fundamentos del psicoanálisis ” (1963-64), pero son conceptos que viene preparando a lo largo de los dos seminarios anteriores: la alienación fundamentalmente en “La identificación” (1961-62), y la separación sobre todo en “ La angustia” (1962-63).

1 Es el nombre que daba Lacan a “El Seminario, libro 11, “Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis” Ed. Paidos, pg.213 
2 “Trauma e incorporación” 
3 Vappereau, J.M.: “Conferencia Tarragona 2014 
4 Lacan, J.: “Posición del Inconsciente” (1964) Escritos 2, editorial S.XXI, decimosegunda edición, pg. 818 

La alienación

“ Un sujeto –dice Lacan- sólo se impone [en el mundo ] por la circunstancia de que haya en el mundo significantes que no quieren decir nada y que han de descifrarse 5.” Es decir que el futuro sujeto sólo llegará a serlo descifrando palabras, leyendo, leyendo antes de que haya escritura . De ahí la importancia de que Lacan comente que su perra tiene la palabra , en el sentido de que responde a signos – aunque nunca llegará a leer y escribir, a estar en el lenguaje-; es decir que la palabra  está  al alcance  de  los  mamíferos,  por tanto también de ese mamífero humano que aún no es un sujeto.

Dice Lacan: “El sujeto sólo es concebible a partir de la introducción del significante más simple, el rasgo unario. El rasgo unario está antes que el sujeto; el Otro hace entrar al significante en lo real. Entre el sujeto y lo real está el campo del significante, pues con el rasgo unario es como se constituye como sujeto.” 6 

O dicho de otra manera: “ Lo real remite al sujeto a la huella y produce su abolición [del sujeto] porque no hay sujeto sin paso al significante, que lo representa para otro significante.7

Por lo tanto el cachorro humano se encuentra inmerso en una realidad -él mismo y el mundo -, que no entiende –en ese sentido es real -, pero que puede empezar a leer a partir de los significantes que le llegan del Otro. Con esos significantes que le llegan de otro todavía no constituido para él, tiene el pequeño bebé que constituirse como sujeto, empezando a leer rasgos que todavía no son una escritura.

Vappereau dice que “ el rasgo unario es la condición de la legibilidad, la legibilidad misma antes de la letra” 8 y también, que “ aprender a leer es confrontarse con la alienación y llegar a la separación” 9. Es decir, confrontarse con un primer significante legible, pero aún sin sentido porque el significante no se significa a sí mismo, y esperar un segundo, someterse a la ley del lenguaje, pues son necesarios dos para la significación, y sólo así se alcanza la separación.

“El significante, produciéndose en el lugar del Otro todavía no ubicado, hace surgir 

5 Lacan, J.: “Posición del Inconsciente” (1964) Escritos 2, op. cit. pg. 819
6 Lacan, J.: “El seminario, libro 10: La angustia” Ed. Paidos, clase 21.11. 62.
7 Lacan, J.: “El seminario: “La angustia” op. Cit. Clase: 27.2. 63
8 Vappereau, J. M.: La recta infinita” www.lituraterre.org“
9 Vappereau, J.M.: Seminario de Barcelona: 1. 2. 14

allí al sujeto del ser que no tiene todavía la palabra, pero al precio de coagularlo” 10, dice Lacan. Es decir, que la palabra, que lo acabará convirtiendo en un sujeto hablante, le llegará al bebé desde el Otro, al precio de coagularlo, de dejarlo sometido a un significante, que, por ser único, no produce ningún sentido.

Puesto que ese primer significante no puede sino petrificarlo, su advenimiento como sujeto sólo se producirá por el “llamado hecho en el Otro al segundo significante”, por el hecho de que la estructura del lenguaje consiste en que el significante remite a otro significante. Vemos, por tanto, que el agente de estas operaciones es el Otro en tanto lenguaje, cuyo discurso se constituirá como Inconsciente.

Ya antes había dicho en “ La significación del falo” 11: “ Si Ello habla en el Otro (…) es que es allí donde el sujeto, por un a anterioridad lógica a todo despertar del significado, encuentra su lugar en el significante. (…) al precio de la división.” Es decir que para el humano no es suficiente con la palabra, tendrá que incorporar la multivocidad del lenguaje y encontrar su lugar de sujeto en un significante que lo representará para otro significante y tendrá que descubrir quién es para el Otro.

La alienación consiste en Lacan, no como se cree regularmente en la dependencia del Otro, del Otro de los cuidados, sino en esta división, en que la aparición del sujeto depende del lenguaje y sus leyes.

Como decía, es en el seminario “Los cuatro conceptos..”, contemporáneo de “Posición del Inconsciente” donde la operación “alienación” aparece más desarrollada :

Al producirse en el campo del Otro, el significante hace surgir el sujeto de su significación. Pero sólo funciona como significante reduciendo al sujeto en instancia a no ser más que un significante, petrificándolo con el mismo movimiento con que lo llama a hablar como sujeto. Esta es propiamente la pulsación temporal en la que se instituye lo característico del punto de partida del Inconsciente como tal –el cierre -.” 12

Esta es la descripción que hace Lacan de esta operación de alienación, que es una operación lógica de disyunción a la que llama vel”, que, aclara, no es la disyunción inclusiva ni la exclusiva: es una elección en la que no se pueden tomar ambas posibilidades o cualquiera de las dos, como en la disyunción inclusiva; ni siquiera sólo una cualquiera de las dos, como en la disyunción exclusiva . “La elección sólo consiste en saber si uno se propone conservar una de las partes, y a que la otra desaparece de todas 

10  Lacan, J.: “Posición del Inconsciente” (1964) op. Cit. pg. 819
11  V Lacan, J.: “La significación del falo” (1958) Escritos 2 op. Cit. pg. 669
12  Lacan , J.: El seminario, “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis” op. Cit. pg. 215
 

formas.” 13

La disyunción inclusiva, escrita por el operador lógico “v” 14 (p v q) [se lee “ p  o q” ], permite escoger una de tres opciones: uno cualquiera de los dos elementos [p o q] o ambos [p y q]; tiene, por lo tanto, tres valores de verdad en la tabla de verifuncionalidad y tres zonas válidas en el diagrama de Euler –Venn. 15

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(siguiendo la escritura de Vappereau : rayado=0)

La disyunción exclusiva, llamada diferencia simétrica, se escribe con el operador lógico <≠> (p<≠>q) 16 [se lee también “ p o q” ], y no permite  escoger ambas opciones, sólo una cualquiera de las dos; tiene, por tanto, dos valores de verdad en la tabla y do s zonas válidas en el diagrama .

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13  Lacan , J.: “Los cuatro conceptos…” op. Cit. pg. 219. Para profundizar en esta operación de la alienación: Vappereau, J.M.: “El vel de la alienación” web: masque Haida ouvert
14  Vappereau trabaja a partir de los conectores básicos – “¬” negación, y “v” disyunción, con los cuales se pueden definir todos los demás, reduciéndolos a estos dos.
15  Pensar ejemplos de la vida cotidiana que cumplan estas condiciones suele ayudar a superar la reticencia a pensar en estos términos: si les ofrecen agua o vino, lo habitual es que puedan elegir una de las dos o ambas.
16  (p<≠>q) =def. (pvq)^(¬pv¬q). Fórmula necesaria para verificar la tabla de verdad, si usamos los necesarios papel y lápiz.
 
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El “vel” de la alienación es también un operador que existe en lógica clásica, se escribe < ≠ (p<≠q) 17 [y también se lee “ p o q” ]; sólo tiene un resultado válido en la tabla y una zona en el diagrama.

Dice Vappereau que es una diferencia simétrica a la que se añade una elección forzada: (p <≠>q) ⬄ (p=>q) ^ (p<≠q) 18 [en el diagrama el rayado negro corresponde a la diferencia simétrica y el azul a la implicación].

Como vemos, esta disyunción no permite la elección sino de uno de sus términos y además cercenado: se pierde la parte de q que es compartida con p; siguiendo el ejemplo que usa Lacan de “ la bolsa o la vida” , sólo es posible conservar una vida sin bolsa, porque si se elige la bolsa se pierden ambas.

Pero  será  mucho después  cuando  Lacan  consiga trabajar ampliamente la teoría de los Estoicos sobre la materialidad del significante y los incorporales: en “Radiofonía” , donde dice : “ La estructura se atrapa de ahí,  del  punto donde lo simbólico toma cuerpo. (…) Vuelvo al cuerpo de lo simbólico que de ningún modo hay que entender como metáfora . (…) La prueba es que sólo él [el cuerpo significante] aísla el cuerpo tomado en sentido ingenuo, es decir que aquel cuyo ser, que se sostiene en él, no sabe que es el lenguaje el que se lo otorga , hasta el punto de que no se constituiría si no pudiera hablar . (…) El primer cuerpo hace que el segundo ahí se incorpore” 16.

Lacan articula aquí incorporar e incorporal. El lenguaje incorpora el cuerpo a través de los incorporales. Toma el concepto de incorporal de los Estoicos: el Lekton, lo expresable, lo que los extranjeros no entienden de una lengua; algo no escrito pero que sin embargo se puede leer; Lacan dice que es lo que hace legible el significado.

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En este caso el lenguaje de la lógica es más rico que el lenguaje común, pues los tres operadores lógicos se leen “ o” en lenguaje común .

17  La definición en lógica de este conector es: (p<≠q) =def. (¬p^q). Vappereau propone otra manera de definirlo, porque le interesa resaltar otra equivalencia.
18  Se lee: (p o q) y (si p entonces q) equivale a (p vel q)  

Paréntesis

El ejemplo que da Lacan para explicar el vel de la alienación es: “la bolsa o la vida”, mostrando que la única elección posible es la de una vida sin bolsa, que será una vida cercenada, porque si se elige la bolsa se pierden ambas .

Sin embargo en el seminario “Fundamentos del psicoanálisis”, cuando trabaja la alienación, se extiende más en la disyunción entre “ser y sentido”: “La alienación consiste en ese vel que condena al sujeto a sólo aparecer en esa división que he articulado al decir que si aparece de un lado como sentido producido por el significante, del otro aparece como afanisis” . 19

Entonces, la elección “ el ser o el sentido” no es exactamente como la de “ la bolsa o la vida”, puesto que las opciones posibles –un ser sin sentido o un sentido sin ser- están cercenadas –como la vida sin bolsa-, pero ninguna de las dos está excluida; en cada caso se trata de conservar sólo una parte de lo elegido, porque la otra se pierde con la opción desechada, pero se mantienen ambas opciones. Se trata de dos operaciones de alienación: (ser <≠ sentido) cuya única elección posible es un sentido cercenado del ser, o (sentido <≠ ser) cuya única elección posible es un ser sin sentido.

Aunque en “Posición del Inconsciente” Lacan las trabaja juntas …

-“ A más largo término habrá que abandonar la vida después de la bolsa y no quedará finalmente más que la libertad de morir. Del mismo modo está colocado nuestro sujeto en el vel de cierto sentido que ha recibirse o de la petrificación.” 20

… aunque las trabaja juntas, no me parece lo mismo “la bolsa o la vida” -donde sólo hay una opción válida, no porque no se pueda escoger la muerte, sino porque en ese caso se pierde también la bolsa, tal como obliga el conector “vel”- que esas opciones que son: ese cierto sentido que ha de recibirse o la petrificación, ambas cercenadas, sí, pero ambas posibles.

Si se elige el ser y se pierde el sentido, se consigue un ser sin sentido, la petrificación; si se elige el sentido, es un sentido que emerge en el campo del Otro, un sentido que implica la desaparición del ser, inducida por la misma función significante. Vemos que no es una disyunción inclusiva ni exclusiva; la operación es del  estilo de la de el “vel” -en el sentido de que cada elección incluye una pérdida en el corazón mismo de la opción elegida: o un ser sin sentido, que es un ser petrificado o un sentido sin ser -, pero dará dos posiciones del sujeto.

Después, en el seminario de “ La lógica del fantasma” relacionará este vel entre “ ser o sentido” con la diferencia entre Inconsciente y Ello, a partir de estas dos operaciones de alienación.

fin del paréntesis.

19  Lacan , J.: “Los cuatro conceptos…” op. cit. pg. 218
20  Lacan, J.: “Posición del Inconsciente” (1964) Escritos 2 op.cit. pg. 820. 

Entonces, puesto que la elección entre “ la bolsa o la vida” no me parece una operación idéntica a la que ocurre entre “ el ser o el sentido”, pienso que para la primera alienación hay que buscar una disyunción anterior a esa que produce el reparto entre Inconsciente y Ello.

Sabemos que el primer significante que el sujeto recibe del Otro no puede ser más que una demanda.

Dice Lacan:El acceso al significante no se hace sino en relación al fort-da. Es la necesidad de mostrar la ausencia del objeto lo que precipita al sujeto en el significante y lo convierte a él mismo en menos que ausente, en excluido.” 21

Y dice también que “en la demanda, el objeto metonímico se metaforiza, se significantiza al ser nombrado, y al mismo tiempo el sujeto se desvanece en la demanda, se aliena, identificado al significante de la demanda”. 22

El Otro convierte el grito en demanda, a que la responde con un objeto; ese objeto -que sabemos que no puede ser el que se perdió en la alienación, o desde otro ángulo, que no puede ser el objeto de la 1ª satisfacción-, es ya un objeto metonímico, que es metaforizado al ser nombrado.

Tenemos por tanto ahí dos significantes: el del objeto y el de la demanda; entonces,  el  primer  vel”  es entre el objeto y la demanda (objeto <≠ demanda), donde no se puede elegir más que la demanda sin objeto, porque si se elige el objeto sin la demanda, sin modo de pedirlo, éste se pierde de todos modos. Esta elección sí funciona exactamente como “ la bolsa o la vida”.

Este es el diagrama

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Ahí tenemos el objeto perdido que nunca existió, pero además una demanda, cercenada de la parte de la demanda que se refiere al objeto.

Dice Vappereau 23, al referirse al objeto perdido –perdido a pesar de que nunca existió, pero que sin embargo reaparece en la repetición- que el objeto perdido de Freud “…está perdido porque nunca advino, porque es un objeto que es previo a la identificación y que sin embargo viene del futuro.”

No advino porque se perdió en la elección forzada de la alienación.

21  Lacan, J.: Seminario 9 “La identificación” Inédito. Lecc. 9. 5. 62
22  Lacan, J.: Seminario 9 “La identificación” inédito Lecc. 13. 6. 62 
23  Vappereau, J.M. “Es uno… o es dos” Ed. Kliné. Pg. 75

Por   otro  lado,  cuando  Vappereau trabaja  la “separación” presenta un diagrama en el que aparece la alienación ya ocurrida y esa alienación es entre el sujeto y el objeto; es posible deducir que el primer significante de la demanda ha funcionado como primer nombre del sujeto, como el significante en el que el sujeto queda petrificado .

Ese primer significante de la demanda, que no significa por ser el primer eslabón de la cadena, es el significante de la alienación, el nombre del sujeto que lo nombra sin que él sepa con qué nombre, y al mismo tiempo el significante de la represión originaria.

Vemos así como se articulan las dos faltas, el mismo proceso de constitución del sujeto visto desde los dos ángulos.

Ese primer significante es el agujero central, la falta simbólica, donde el sujeto se constituye como falta, petrificado, alienado en el S1 sin sentido.

Y  esta  falta  se  articula  con  la  otra, la  real, la que hace el significante agujereando lo real, la del cadáver del mamífero prematuro que tiene que desaparecer para que el ser hablante se constituya; traumático porque es ilegible, porque es una respuesta que llega antes de cualquier pregunta. Es e significante que es el de la represión originaria.

La separación

Será la aparición del segundo significante lo que permitirá al viviente dar un paso más en su constitución como sujeto. Para que el sujeto se constituya como tal, para salir de la coagulación, Lacan plantea una segunda operación: la separación.

Y encuentra una forma poética, metafórica, para habar de la ley del lenguaje: “ Es en tanto el significante tiene que redoblar su efecto al querer designarse a sí mismo, que surge el sujeto como exclusión del campo que él determina, no siendo ni el designado ni el que designa; pero lo esencial es que esto no se produce más que en relación con el juego de un objeto primero como alternancia de una presencia y una ausencia.” 24

Es decir que el sujeto depende del significante para constituirse, pero, al no ser él mismo un significante, no puede aparecer sino en el intervalo de dos significantes, lo que significa excluido del campo que lo determina; pero eso ocurre en dependencia del “ fort -da”: es la necesidad de nombrar al objeto ausente lo que precipita al sujeto en el significante y lo convierte en “ menos que ausente, excluido”.

Freud, con su genio, encuentra un ejemplo de este momento inaugural en el juego del fort-da de su nieto: el niño, en respuesta a la marcha de su madre, tira un carrete atado a un hilo fuera de su cuna, donde lo pierde de vista y dice fort, luego lo recupera, tirando

24  Lacan, J.: “Seminario 9: La identificación”. Inédito, Lecc. 9. 5. 62.

del hilo, y dice da.

Veíamos que Lacan decía que “en la demanda, el objeto metonímico se metaforiza, se significantiza al ser nombrado”, ahí tenemos ya al objeto metafórico viniendo del futuro al lugar del objeto real perdido que nunca existió, significantizado  en  el fort-da,  significante binario que asegura la repetición, representada por el hilo.

Cuando Lacan trabaja el “ fort-da” en el seminario “ Fundamentos…” 25, señala que el carrete no es la madre ausente sino una parte del propio sujeto, que retiene a través del hilo: su objeto, el objeto a. El significante es la primera marca del sujeto, pero no lo designa, es en el carrete donde hemos de buscarlo.

Ese primer significante de la alienación lo marca, lo representa para otro significante, pero no lo designa como sujeto; sólo le queda identificarse con el objeto.

Como dice Lacan: “ Donde buscamos al sujeto, donde se dice yo ( je), ahí en el plano del inconsciente se sitúa a. En ese plano tu eres a, eso es lo intolerable.” 26

“ El objeto a, en tanto cortado, presentifica la relación esencial con la separación. La separación esencial de cierta parte del cuerpo se convierte en simbólica de una relación fundamental con el cuerpo propio, en adelante alienado. Así se constituye el objeto a, objeto del deseo.” 27 

El sujeto encuentra en el intervalo entre los significantes la falta, la falta en el Otro.Lo que va a colocar allí -dice Lacan – es su propia carencia bajo la forma de la carencia que produciría en el Otro por su propia desaparición, (…) que tiene a mano de la parte demismo que le regresa de la enajenación primera.” 28

El sujeto encuentra en el intervalo de los significantes la falta, la falta en el Otro que le recuerda su propia pérdida, el deseo del Otro, del que no conoce el objeto, y le pregunta ¿puedes perderme? Así el sujeto sale de la alienación al encontrarse como objeto en la falta del Otro.

Sigo citando el seminario de “La angustia”, donde Lacan da todas las explicaciones sobre esta operación:

“El a es aquí suplente del sujeto; al sujeto mítico primitivo, que al principio tiene que constituirse en la confrontación significante, nunca lo captamos porque el a lo ha precedido, y marcado por él por esa sustitución primitiva tiene que re-emerger secundariamente, más allá de su desaparición.”

“La función de objeto cesible, vehicula primitivamente, como pedazo separable, algo de la identidad del sujeto, antecediendo en el cuerpo mismo en lo que respecta a la 

25  Lacan, J.: “El seminario 11: “Los cuatro conceptos…” op. cit. pg. 70 – 71
26  Lacan, J.: “El seminario 10: La angustia” op. cit. Lecc. 16. 1. 63.
27  Lacan, J.: “El seminario 10: La angustia” op. cit. Lecc. 8. 5. 63.
28  Lacan, J.: “Posición del Inconsciente” Escritos 2, op. cit. pg. 823
 

constitución del sujeto.” 29

No habiendo encontrado un significante que lo nombre con un nombre descifrable, y habiendo percibido la falta en el Otro, el futuro sujeto le pregunta si puede ser su objeto y se identifica con el objeto del Otro. Así al precio de aceptar su propia división y la del Otro, encuentra una identificación como objeto del deseo del Otro, a cambio de la identidad que no tiene.

Y la operación deviene doble: si puedo ser el objeto del deseo del Otro, también el Otro puede ser objeto de mi deseo.

Dice Lacan: “ Al otro, deseándolo sin saberlo, lo tomo como el objeto de mi deseo, desconocido para mí mismo; identifico a aquel al que hablo con el objeto que le falta; para alcanzar el objeto de mi deseo, realizo para el otro lo que él busca. 30

Lo que Lacan añade al año siguiente es la explicación del conector lógico que rige esta operación; dice en “ Posición del Inconsciente” 31 que esta operación es una intersección “ modificada dialécticamente (…) por una parte tomada de la carencia a la carencia, por la cual el sujeto viene a encontrar en el deseo del Otro su equivalencia a lo que él es como sujeto del Inconsciente.”

Lacan habla aquí de intersección, con lo que pasa  del lenguaje de la lógica, que ha usado para la alienación, al lenguaje de teoría de conjuntos. Aunque no se puede generalizar una traducción simple de un lenguaje al otro, en este caso podemos hacer la equivalencia entre la intersección de la teoría de conjuntos y la conjunción de la lógica, para pensar la separación que opera en la zona de conjunción, modificándola dialécticamente al colocar el sujeto su falta en la falta del Otro .

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 La conjunción , que se escribe con el conector lógico: ^, (p^q) 32, y se lee: [p y q], tiene un valor de verdad en la tabla de verifuncionalidad y una zona válida en el diagrama de EulerVenn

29  Lacan, J.: “El seminario, libro 10: La angustia” op. cit. Lecc. 26. 6. 63.
30  Lacan, J.: “El seminario 10: La angustia” op. cit. Lecc. 21. 11. 63
31  Lacan, J.: “Posición del Inconsciente” Escritos op. cit. Pg. 821-22
32  (p^q) =def ¬ (¬ p v¬ q)
 

Lo que Lacan dice es que la conjunción es modificada dialécticamente por la separación.

Veamos cómo trabaja Vappereau 33 la separación a partir de un diagrama compuesto por cuatro círculos: el sujeto y su objeto, y el Otro y su objeto 34, coloreando rojo y verde para sujeto y Otro, respectivamente, y azul para la conjunción. Se trata de ver qué efectos produce en el sujeto y en el Otro esta articulación, a base de hacer acercarse los círculos hasta superponerse.

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El sujeto encuentra su objeto en la falta en el Otro, pero quedando separado de él por el objeto del Otro, como vemos en el trabajo sobre la separación que hace Vappereau, que dice que “ el sujeto se realiza en la pérdida por la falta. 35

Es en el  cuarto  paso  donde encontramos el resultado de  la separación: el sujeto encuentra su objeto en la falta en el Otro, pero está separado de él por el objeto del Otro. 

33  Vappereau, J.M..: “La separación como velle”. en web: masque Haida ouvert
34  Vappereau cuenta que P. Gilson le dijo que Lacan había hecho el mismo diagrama en algún seminario; que decía, incluso, que Lacan lo había hecho con dos coronas traslúcidas, una azul y otra amarilla, de modo que la superposición quedaba verde. Sin embargo, de momento nadie conseguimos encontrar ese ejercicio de Lacan
35  Vappereau, J.M..: “La separación como velle” en web: masque Haida ouvert.
 

En el tercero se ve todavía que es en la falta en el Otro donde el sujeto encuentra su objeto, en el cuarto la falta ha quedado ya velada.

Si volvemos ahora al diagrama de Euler -Venn de la conjunción y adjudicamos a los dos círculos al sujeto y al Otro, respectivamente, vemos que es justamente la zona de la conjunción la que la separación modifica , al quedar incluidos en ella los objetos del sujeto y del Otro.

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Vappereau ejemplifica la operación de la separación con la escena que relata S. Agustín, de los celos terribles que sintió viendo mamar a su hermanito, y hace un esquema que ayuda a entender el diagrama. 36

Los cuatro elementos son: el sujeto S –el hermano mayor – y su objeto a –la teta de la madre-, y el Otro A –la madre- y su objeto a’ –el hermanito-.

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En este ejemplo la falta está ya velada, pero sabemos que la teta es el objeto que falta a la madre y vemos como el sujeto encuentra ahí, en la falta en el Otro, su objeto y como el objeto de la madre se interpone entre el sujeto y su objeto.

Dice Lacan en el seminario de “La Angustia”: “El Otro concierne a mi deseo en la medida de lo que le falta. Es en el plano de lo que le falta, sin que lo sepa, donde estoy concernido del modo que más se impone, porque para mí no hay otra vía para encontrar lo que me falta en cuanto objeto de mi deseo. Por eso para mí, no sólo no hay acceso a mi deseo sino tampoco sustentación posible del deseo que tenga referencia a un objeto, sino acoplándolo con $, que expresa la necesaria dependencia del sujeto respecto al Otro en cuanto tal.” 37

36  Vappereau, J.M..: comunicación personal
37  Lacan, J.: “El seminario 10: La angustia” , op. cit. Lecc. 21.11. 62. 
 

Vappereau hace también una versión sincrónica de alienación y separación en un diagrama de Euler Venn, donde aparece lo que se perdió en la alienación y lo que reaparece en la separación. Aquí aparecen todas las zonas de cada uno de los pasos del esquema anterior.

Como vimos, en la alienación el sujeto eligió entre el significante de la demanda que representa al sujeto y el significante del objeto, perdiendo éste último y la parte del primero que queda cercenada por tener que renunciar al segundo. Como se ve en el diagrama, cada cual ha perdido su objeto y una parte de lo que eligió.

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Además vemos el objeto del sujeto en la falta en el Otro, y el objeto del Otro en la falta del sujeto, sin que esas faltas quedan totalmente tapadas .

Retomo la última cita de “Posición del Inconsciente”: “La intersección se modifica por una parte tomada de la carencia a la carencia, por la que e l sujeto reencuentra en el deseo del Otro su equivalencia a lo que él es como sujeto del inconsciente.” Y la termino: “Por esta vía el sujeto se realiza en la pérdida donde él ha surgido como inconsciente, por la falta que él produce en el Otro, siguiendo el trazado que Freud descubre como la pulsión más radical y que denomina: pulsión de muerte .” 38

Es decir que el sujeto se constituye por la pérdida que sufre en la alienación, que le permite leer la falta en el Otro para preguntarle si puede faltarle como objeto y así poder identificarse con el objeto que es para el Otro ya que no es posible hacerlo con el significante.

Esa identificación al objeto a es la que permite decir a Lacan que a es un objeto que desea: “Es un objeto a el que desea. Debido a la existencia del Inconsciente, nosotros podemos ser ese objeto afectado por el deseo. ” 39

38  Lacan, J.: “Posición del Inconsciente” Escritos 2, op. cit. pg. 821-22
39  Lacan, J.: “El seminario 10: La angustia” op. cit. Lecc. 21.11. 62.
 

Podemos ver que es la pulsión de muerte la que rige todo este proceso, si recordamos que Lacan asocia lenguaje y pulsión de muerte, y que el lenguaje, que lo produce, no lo hace sino al precio de la mortificación.

Llegados al final del recorrido de esta doble falta, real y simbólica, en las que se constituye el sujeto encontramos su articulación en Lacan: “El objeto está vinculado a su falta necesaria donde el sujeto se constituye en el lugar del Otro. En la represión originaria, en lo irreductible de lo desconocido, ahí se estructura el agalma.” 40

Los elementos que surgen de estas operaciones son el $ y a, es decir, los elementos del fantasma; en un trabajo posterior trataré de explicarme cómo construye Vappereau el rombo de la fórmula del fantasma, a partir de los conectores lógicos de la alienación y la separación.

Angeles Moltó 

Tarragona abril de 2014

40  Lacan, J.: “El seminario 10: La angustia” op. cit. Lecc. 16.1. 63.
Angeles Molto
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