
08 Ago Estructuralismo
El estructuralismo
Dice Dan Sperber que las ciencias humanas “afirman” acerca de lo humano y lo social, si por afirmación se entiende una proposición fundada y enunciable de manera que se puedan concebir contrapruebas de ella, y por tanto refutarla; afirmar significa excluir. (A diferencia de las ciencias de la naturaleza que “demuestran”)
Partiendo de la lingüística saussuriana, a principios del S. XX, aparece el estructuralismo como una corriente de saber que posee vocación científica, su trabajo no se planteaba de orden ideológico sino teórico. Es una manera nueva de plantear y trabajar los problemas de las ciencias que tratan del signo.
Dice Fronçois Wahl que “para que un pensamiento sea considerado estructuralista, el signo tiene que ocupar una posición absolutamente fundadora”.
Para Roland Barthes “el estructuralismo es esencialmente una actividad, es decir, una sucesión regulada de cierto número de operaciones mentales”
En 1968 ya no se trata de producir los instrumentos de una investigación, sino de practicar esa investigación, y el estructuralismo se fragmenta:
- Dos estructuralismos positivistas, de los cuales el 2º acusa al 1º de empirista.
- Uno racionalista
- Por lo menos dos que anuncian una subversión del sujeto, de los cuales el 2º acusa al 1º de reduccionista
- Una filosofía clásica que usa el estructuralismo
- Y muchos que pretenden refutar toda filosofía
Levy Strauss asignaba como objeto a las ciencias estructurales aquello que “presenta un carácter de sistema” -todo conjunto del que ninguno de los elementos puede ser modificado sin provocar una modificación en todos los demás-, proponiendo como instrumento la construcción de modelos y como ley los grupos de transformación que gobiernan la equivalencia entre modelos. Es una definición demasiado extensa, que
1 “Qué es el estructuralismo” Ed. Nueva Visión
2 op cit
3 “La actividad estructuralista” (artículo – manifiesto) 1963
4 “Antropología estructural” Ed. Paidos
recubre un problema epistemológico, pero no da cuenta del carácter específico del campo en el que acaba de producirse una ruptura de saber, un cambio epistemológico, el nacimiento de una ciencia, la lingüística.
Con el nombre de estructuralismo se reagrupan las ciencias del signo, de los sistemas de signos. Será estructuralista el procedimiento que trate directamente no acerca del objeto, sino de representación, de hechos de discurso.
La estructura se aclara menos por la investigación de los significados que por los lazos de los significantes entre sí, lo que permite estudiar la permanencia de las leyes de lo simbólico en las distintas disciplinas.
Marx decía, respecto a la economía, que no advertimos inmediatamente, empíricamente, la estructura, sino que tenemos que descubrirla, reconstruirla bajo la apariencia; que no se presenta evidente a la conciencia, que la estructura es una articulación de normas inconscientes.
“Hoy se entiende por estructura, decía P. Caruso en 1969, el modo en que las partes de un todo de la clase que sea se conectan entre sí. (…) distinguiendo los elementos y el sistema de sus relaciones. (…) Para el estructuralismo, un sistema no está constituido por la suma de las partes, sino que el sentido del conjunto es inmanente en cada uno de sus elementos constitutivos. (…) el método estructural tiende a comprender adecuadamente los organismos complejos, precisamente en su organicidad y siguiendo la red de relaciones internas que determina su coherencia.”
El estructuralismo en lingüística
Dice Ducrot que el concepto de estructura está en el estudio del lenguaje, como gramática de las distintas lenguas, desde siempre. La innovación de Saussure es hacer del lenguaje, y su sistema de oposiciones, objeto de una ciencia, lo que genera el nacimiento de la lingüística.
Hasta el S. XX se entendía el lenguaje como la expresión del pensamiento, para Saussure la idea es una nebulosa que sólo la estructura del lenguaje permite organizar.
En los años 30 Hjelmslev plantea que una lengua es antes que nada una combinatoria, que una noción lingüística sólo tiene pertinencia si muestra ciertas posibilidades e imposibilidades de agrupación, y que las gramáticas tradicionales se dejan convertir con facilidad en regularidades combinatorias.
N. Chomsky se opuso con dureza al empirismo filosófico y científico y al funcionalismo, en favor del racionalismo cartesiano. Situó la sintaxis en el centro de la
5 Caruso, P.: “Conversaciones con Levy Strauss, Foucault y Lacan” Ed. Anagrama
6 “Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje” Ed S.XXI
7 “Curso de lingüística”
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qu
investigación lingüística con lo que cambió la perspectiva de investigación en el estudio del lenguaje. Su lingüística es una teoría de la adquisición individual del lenguaje además de una explicación de las estructuras del lenguaje. Con la construcción saussuriana de la lengua y chomskyana de la estructura sintáctica se ha producido una racionalidad de los hechos del lenguaje, que permite la constitución de un discurso científico de estos hechos. Pero Chomsky postuló el innatismo en la adquisición del lenguaje así como la existencia de un «órgano del lenguaje», con los problemas que luego veremos.
La poética estructural
Todorov plantea dos posiciones en el estudio de la obra literaria:
- objeto único y último de estudio; no se considera manifestación de estructura inconsciente ni expresión de concepción filosófica alguna, sino un discurso a conocer por sí mismo; pura construcción verbal y no representación de alguna realidad
- manifestación de otra cosa; lo que permite su comparación con otros textos y llegar a las estructuras que son el verdadero objeto de este tipo de reflexión. Este modo de reflexión será acometido desde distintas disciplinas: antropología, sociología, psicoanálisis,… y de esta posición surge la poética estructural que interroga las propiedades del discurso literario, y para la que cualquier obra será considerada como la manifestación de una estructura abstracta más general. Este nuevo saber estructural generó enseguida el rechazo de los que consideran que cualquier estudio científico desvirtúa la obra de arte, que debe mantenerse en otro nivel.
é dise usteer está la cosa muy malar.
La antropología estructural
Según Dan Sperber este saber es más un conjunto de reflexiones teóricas que una teoría establecida, a la que los estructuralistas, por otro lado, no aspiran, pues dicen que el estructuralismo es un método.
Pero Levy Strauss ha establecido una serie de afirmaciones generales, fundadas y referidas a los hechos y ha fundado la relación de lo universal con lo particular sobre los vínculos de transformación de los modelos entre sí.
Encontró las leyes de parentesco que rigen las alianzas en sociedades elementales, descubriendo que hay por lo menos una siempre presente: la prohibición universal del incesto; estas leyes obligan a las sociedades a hacer circular a las mujeres en busca de un partenaire permitido. Mucho más difícil sería encontrar esas leyes en una sociedad compleja como la nuestra, pero Levy Strauss afirma que no hay sociedad sin ley y que
8 “Qué es el estructuralismo”
la que se mantiene universalmente es la prohibición del incesto.
Respecto a los mitos, el estructuralismo considera que cualquier mito se refiere a un sistema simbólico y tiene un sentido inconsciente. Para su estudio, la antropología clásica los segmentaba en sus elementos mínimos: los mitemas, y los clasificaba en paradigmas; Levy Strauss considera que las relaciones entre el contenido -la estructura mitológica- y la expresión -la estructura lingüística- no son relaciones elemento a elemento sino relaciones de estructura a estructura.
La estructura en psicoanálisis
El saber psicoanalítico se articula alrededor de dos ejes:
- el ámbito del Inconsciente, otra escena, un lugar fuera del espacio tridimensional
–de ahí la necesidad de Lacan de recurrir a la topología- que se rige por una lógica distinta a la lógica clásica;
- y la dinámica que se desarrolla en él: una sexualidad que ha ser representable, ha de someterse al lenguaje, y culmina en el complejo de Edipo y su núcleo, la castración, que regula el deseo.
De la relación del ser humano con el lenguaje -con la demanda del Otro (tesoro del significante), incluso con la demanda de demanda- se genera, como efecto, el deseo, que se ordena de acuerdo con el complejo de Edipo, no en tanto drama sino en tanto estructura.
“Hay deseo porque existe el inconsciente, es decir, el lenguaje que escapa al sujeto en su estructura y su efectos, y porque en el nivel del lenguaje siempre hay algo que está más allá de la conciencia, y allí es donde puede situarse la función del deseo”
Filosofía y estructuralismo
¿Existe un estructuralismo en filosofía, puesto que los estructuralistas de otras disciplinas rechazan el calificativo de filósofos y los filósofos (Foucoult, Althusser, Derrida) que toman conceptos del estructuralismo se niegan a que se les atribuya un presunto pensamiento estructuralista?
F. Wahl se pregunta si existe una episteme estructuralista
Para Wahl una episteme es uno de esos círculos velados que sostienen con su articulación toda una variedad de discursos, y que el estructuralismo nos ha enseñado a conocer; es una organización subyacente al saber que proporcionaría como una armadura inconsciente a una época o a un registro de la ciencia. Es cercano a lo que el año pasado trabajamos como paradigma.
¿Existe una estructura del saber que permita explicar la aparición del estructuralismo y delimitar el campo de su validez?
M. Foucault dice que hay una misma estructura del signo, una serie de principios de ordenamiento, que ha gobernado durante los últimos cinco siglos las empresas del
9 Lacan, J.: “Psicoanálisis y medicina
saber: cómo se relaciona un representante con aquello que representa.
Hasta el S.XVI, siguiendo a Foucault, las palabras representan a las cosas, no había una diferencia última entre lo visible y lo enunciado, no había más que un solo ser siempre representativo y opaco a la vez. Con la aparición de la ciencia nace la relación entre representante y representado, que además no existe antes de ser conocida, su establecimiento constituye el trabajo de saber, el lenguaje se separa de las cosas, hasta, con el nacimiento de la lingüística, llegar a ser objeto de estudio por sí mismo.
Podemos decir que, hasta la aparición de la ciencia, el rigor estaba en el lenguaje: tanto en las descripciones de las cualidades de la naturaleza, como en la lógica. Con el comienzo de la revolución científica el rigor pasa a la medida, la naturaleza ha de ser representada en el experimento, para convertirse en representación, en lenguaje; hasta que, dos o tres siglos después, a finales del S.XIX el estudio de los lenguajes pasa a ser central en el desarrollo del saber.
Al mismo tiempo que la estructura del lenguaje se hace objeto de una ciencia, dice Foucault, entendiendo que la palabra es la ausencia de la cosa, la literatura, el ser del lenguaje, se separa, pues a partir del S.XX “en ningún caso podrá ser pensada a partir de una teoría de la significación, es decir de lo significante y lo significado”.
El problema de la relación entre representante y representado es del S. XVII, lo que aporta Saussure es el sistema, la estructura. A partir de ahí “se renuncia a la imagen tradicional que hace de la lengua una representación”, aquí nos separamos de Foucault, que se mantiene en esa imagen tradicional, que ubica la cuestión en el dominio de la psicología.
El estructuralismo sitúa el problema en el dominio de la lógica, sólo así puede mantenerse la definición de lengua de Saussure: “un todo en sí y un principio de clasificación”. Ducrot propone concebir la lengua como un álgebra, donde cada elemento no tiene existencia sino por las operaciones a las que se presta, y las operaciones a que se presta cada elemento suponen todo el sistema. La imposibilidad de determinar un elemento o valor fuera de las combinaciones posibles, muestra que se trata del funcionamiento de una máquina lógica, cuyas leyes no se hallarán en un análisis de los actos psíquicos (entendiendo psiquismo como conciencia). Esto vale para el conjunto de las disciplinas semiológicas: los mitos para Levy Strauss o los sueños para el psicoanálisis son hechos de discurso, un texto a leer y no una representación de otra cosa.
Pero el racionalismo estructuralista es un discurso frágil, dice Wahl porque hay
10 Foucault, M.: “Las palabras y las cosas”
11 Ducrot, O.: “¿Qué es el estructuralismo”
12 Saussure, F.: “Curso de lingüística general”
en todo momento una amenaza de retorno al naturalismo (Chomsky, con todo su peso, es un representante de esta posición):
Es necesario que las operaciones tengan un soporte en algún lado , y se cae de lo formal en lo sustancial
Es necesario que las operaciones sean propiedad de alguna naturaleza , y se cae del
racionalismo al naturalismo
Es necesario que lo que no puede evitarse sea innato y se cae de lo necesario a lo universal
Resulta que las ciencias estructurales, para ser coherentes con su rechazo del psicologismo, sigue diciendo Wahl, exigen que se piense el inconsciente y se repiense la conciencia, necesitan una noción de sujeto; que al mismo tiempo está necesariamente excluida, incluso para un Levy Strauss, por atenerse al plano de un saber objetivo.
El problema no es que la lingüística o la filosofía estructurales no tengan los instrumentos para pensar semejante sujeto, sino que mantienen el concepto de sujeto de la teoría del conocimiento, de sujeto opuesto a objeto.
El sujeto, que aporta el psicoanálisis con Lacan, introduce una subversión no sólo en la teoría del conocimiento, sino en el propio estructuralismo; tema que veremos cuando volvamos a trabajar Milner que nombra a Lacan “hiperestructuralista”
Evolucionismo vs. estructuralismo. Psicoanálisis
Los estructuralistas no aceptan el empirismo, impuesto en todos los ámbitos del pensamiento, en nombre de los hechos, de lo concreto, de la eficacia, fundado en una concepción simplista de la verdad. Es el empirismo, que implica el historicismo simple, que explica un hecho por otro hecho y se ahorra la comprensión de una ley.
El estructuralismo busca entre datos aparentemente contingentes para demostrar su necesariedad, su coherencia y su sentido en el ámbito de unos sistemas precisos.
Historia y estructura son dos opciones metodológicas que han sido planteadas como incompatibles, diacronía vs. sincronía.
Sartre, p. ej., considera que es la dimensión temporal la que funda un orden específicamente humano.
Sin embargo Levy Strauss estima que la explicación estructural articula diacronía y sincronía, que una situación sincrónica está ya situada en algún punto de la diacronía. Pero la diacronía no es “duración” ni “tiempo vivido”, sirve para pensar el tiempo en términos de estabilidad. Como diría Soto “el tiempo no es contemporáneo a sí mismo”.
L. Strauss plantea que los hechos humanos son la expresión de una estructura inconsciente, y ésta, expresión de los fenómenos biológicos y finalmente físico- químicos.
13 Caruso, P.: Conversaciones con Levy Strauss, Foucault y Lacan” Ed. Anagrama
Ambos critican al psicoanálisis: para Sartre este saber no tiene base teórica, para L. Strauss el concepto de sujeto es inadmisible en el estructuralismo, y ya vemos qué concepto de inconsciente tan distante del lacaniano.
Pero el psicoanálisis ¿puede decidir entre historia y estructura? ¿podemos prescindir de alguna de las dos?
Los post-freudianos tomaron los elementos más historicistas: las raíces infantiles de la neurosis, las etapas del desarrollo, los conceptos de fijación y regresión,… hicieron una lectura evolucionista de Freud, que implica necesariamente un desarrollo natural y por tanto cierto biologicismo.
Lacan prefiere tomar la palabra del analizante en el momento que es pronunciada, y preguntarse por el sentido de la permanencia de una pregunta infantil que insiste en plantearse en el presente.
Si se distingue historia de cronología, se puede, en un orden de cosas: hacer un estudio estructuralista de la historia, y, en otro: conceder en la cura el mismo valor a los recuerdos, las fantasías, los sueños, los deseos, y Freud puede decir que en el inconsciente no hay tiempo.
Lacan habla de tiempo lógico y no cronológico, lo que permite:
- pensar las fases de desarrollo como producto de la relación del niño con el Otro y no fruto de una supuesta maduración natural
- conceptualizar el après coup y la resignificación, de modo que un neurótico no sea un niño en un cuerpo de adulto, y descartar la noción de regresión temporal, que en un tiempo lineal es por lo menos confusa
Para A. Green el complejo de Edipo es el mejor ejemplo de estructura en psicoanálisis, con la condición de liberarlo del historicismo anecdótico al que Sartre lo quiere relegar, y de entenderlo como modelo que permite comprender sus variantes y no como una versión del mito, como lo piensa Levy Strauss.
El complejo de Edipo no permite la oposición historia – estructura; la relación del sujeto con sus progenitores, y con el deseo de sus progenitores, implica necesariamente una historización, que al mismo tiempo no puede ser pensada fuera del lenguaje, de la combinatoria que implica la estructura.
Para la antropología y la lingüística, el significante remite a un sistema homogéneo, los textos son unidades totales fuera del tiempo y sin elisiones, para el psicoanálisis la revelación de la estructura no puede hacerse sin tener en cuenta lo censurado, las lagunas que el sujeto sutura y los distintos momentos a los que remite.
Angeles Moltó
14 “Estructuralismo” Ed. Nueva visión