
11 Ago Lo residual deviene estructural
Freud no desperdiciaba ninguna información que concerniera a su tema de estudio, y por tanto, aprovechaba mucho de lo que los otros rechazaban, lo que la ciencia podría considerar residual.
En eso vemos su rigor, su virtud, pero al mismo tiempo tenemos que ver que no tenía más que la psicopatología de su época –una buena descripción y delimitación de los cuadros, pero sin hipótesis etiológicas-, que partía de cero sin conceptos en los que apoyarse, que avanzaba a ciegas, y que de algún modo hacía de necesidad virtud .
Todo ese material que la ciencia rechaza porque no forma parte de su campo ya estructurado -formaciones del Inconsciente y sexualidad infantil, para resumirlo en los temas de los dos primeros cursos-, deja de ser residual para ser lo central de un nuevo saber .
Lacan ya no trabaja a partir de cero, encuentra el cuerpo teórico construido por Freud y una serie de lecturas de esa teoría, y propone otra lectura, una lectura sintomal: aplicando a la lectura la propia teoría freudiana, que permite formalizar los conceptos del psicoanálisis.
Lacan cuenta para leer a Freud con el propio método freudiano, pero además con todo el desarrollo, que se ha generado en la ciencia y el saber, entre Freud y él.
Freud forma parte de la generación y los estudiosos que producen lo que Koyré llama el 2º corte epistemológico, pero no tiene la distancia temporal necesaria para ver toda la revolución de la que forma parte. No llega a conocer la obra de Saussure aparecida en 1916 y no puede ni imaginar la relación que eso tiene con su obra. Y desde luego no puede saber nada de Jakobson y Levy Strauss.
Como dice Lacan: “Ginebra 1910, Petrogrado 1920 dicen suficientemente por qué su instrumento faltó a Freud. Pero esa falta de la historia no hace sino más instructivo el hecho de que los mecanismos descritos por Freud como los del proceso primario (condensación y desplazamiento)… recubran exactamente las funciones que esa escuela considera para determinar las vertientes más radicales de los efectos del lenguaje (metáfora y metonimia)”
A partir de ahí, puede formalizar el Inconsciente descubierto por Freud, el Inconsciente eficaz, y plantearlo estructurado como un lenguaje, para luego preguntarse qué sujeto podemos concebir para esa estructura. El concepto de sujeto es ya propiamente lacaniano, sólo posible a partir de esa formalización.
1 Lacan, J.: “Subversión del Sujeto” pag. 779 Escritos 2 Ed. S.XXI 12ª edición
La formalización del Inconsciente lo lleva :
- a presentar unificadas las formaciones del Inconsciente -sueño, lapsus, chiste y síntoma – para mostrar su estructura común, aunque al final de su enseñanza distinguirá el síntoma de los demás ;
- y a trabajar la defensa, que había sido uno de los primeros intereses freudianos, y ya en el seminario del yo la distingue de la resistencia, que había sido un término muy utilizado por Freud en los últimos tiempos y que había dado lugar a muchos errores de lectura :
- Señala que la resistencia es un proceso yoico, lo que no significa consciente, (supresión) para terminar diciendo que la resistencia es del analista
- sitúa la censura no en el sujeto, sino en el discurso, por eso es interpretable.
Lacan aquí no habla de represión, pero si dice que el sujeto olvida.
Si leemos con cuidado el ejemplo que da de un paciente que no podía escribir (pg. 198-199) vemos que lo que el sujeto no puede leer, queda censurado en el discurso y acaba siendo escrito con el cuerpo; el síntoma como efecto de la censura .
A nivel de toda la teoría, Lacan cambia el dos freudiano –fantasía/ realidad por el tres de R. S. I., lo que implica revisar y resituar todos los conceptos, pero además nos permite leer de otra manera el binarismo freudiano a partir de su lectura del trabajo de Freud sobre la negación. Si Freud dice que la libido son dos pero tal vez es la misma, y tiene que afirmarse en el dos para evitar caer en el monismo de Jung, que Lacan diga que la lógica del Inconsciente de Freud no es binaria porque su negación no es la negación clásica, permite leer mejor la frase freudiana como: “ no es verdad que sea una, pe ro no es verdad que no sea una, que sean dos”, es ambas, es pulsativa.
Para retomar la psicopatología, que es el tema de este curso, volvamos al cuadro de la histeria. Freud hablaba en el “Proyecto…” de la protón pseudos histérica. Ya antes se hablaba de la histérica como mentirosa, y en más de una ocasión se ha transmitido entre los propios analistas la protón pseudos como mentira histérica lo que ha validado la fama de mentirosas de las histéricas .
Freud toma el término de Aristóteles que lo emplea en su trabajo sobre los silogismos para señalar el caso de que de una premisa mayor falsa se extrae una consecuencia falsa. La equivocación de la histérica es que asocia una sensación de displacer a un suceso en sí mismo irrelevante -aunque el yo encuentre toda clase de razones para sufrir por él- pero que remite a una vivencia anterior que en su momento no produjo displacer, pero que se resignifica con el 2º suceso (en el
2 Lacan, J.: “El seminario. Libro 2. El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica”
3 Freud, S.: “Proyecto de una psicología para neurólogos” Parte II – Psicopatología – puntos 4, 5 y 6. A.E. T.I
hombre de los lobos se ve bien este proceso en dos tiempos) .
La histérica tiende a poner la causa de su malestar fuera de sí misma y busca un Otro que ponga orden en su mundo. Esa era la demanda de Dora a Freud –denuncia el desorden que habían tejido los mayores a su alrededor y se presenta como víctima-, y Freud, antes de interpretar ninguno de sus síntomas, le pregunta por su responsabilidad en el desorden del que se queja, con lo que la transferencia vira porque el analista no responde a la demanda .
Lacan toma este trabajo de Freud con Dora para señalar tres momentos de desarrollo de la verdad de Dora promovidos por dos momentos de inversión dialéctica, que marcan el desarrollo del análisis de este sujeto; y señala la falta de una 3ª inversión que Freud no supo hacer: mostrarle el objeto que era la sra. K. para Dora, que habría podido permitir la consecución del análisis. Lacan señala que cada momento de inversión conlleva un giro en la transferencia, en la suposición de saber, y que Freud no pudo sostener esa suposición de la paciente porque no se dejó colocar en la posición del sr. K, en cuyo caso habría podido tomar menos en serio las proposiciones de matrimonio de éste.
Las histéricas fueron las primeras pacientes de Freud y es que el dispositivo les va, diríamos, como anillo al dedo, al menos de entrada.
La histérica llega con una pregunta, llega buscando respuestas, busca un amo que sepa para ponerlo a trabajar a responder sus preguntas.
Freud se equivoca con Dora porque en un momento cree poderle dar la respuesta; la histérica busca un amo, pero para gobernar sobre él, si él responde a su demanda lo proclamará rey, pero quien gobernará será ella.
Lacan trabajará el caso Dora en los primeros seminarios, como hemos visto en cursos anteriores, con el esquema L y sigue trabajando la histeria prácticamente en todos sus seminarios.
Ahora doy un salto hasta el seminario 17 donde Lacan construye otro cuadrópodo, el esquema de los discursos. No voy a explicar eso en detalle ahora, lo que pretendo es que se vea hasta donde puede llevar la formalización de lo que se escucha en una cura.
Recordemos como construye el primer discurso que trabaja, el del Inconsciente: un significante representa al sujeto para otro significante y de esa
4 Freud, S.: “Fragmento del análisis de una histeria” pg. 32 A.E. T.VII
5 Lacan, J.: “Intervención sobre la transferencia” Escritos 1 Ed. S.XXI 12ª edición
6 Lacan, J.: Seminario Libro 17. “El reverso del psicoanálisis” Cap I, II Ed. Paidos
operación queda un resto.
S1 —> S2
—- —-
$ / a
Pero Lacan lo llama también discurso del amo antiguo –a partir de su trabajo sobre “ el amo y el esclavo”- y entonces lo lee: el amo se dirige al esclavo para que genere un objeto, entre los que se incluye el saber, pero en esta operación el sujeto queda excluido.
S1 – dicho, formación del Inconsciente (lo dicho se impone)
S2 – saber del Otro, goce (recuerden que es el esclavo el que sabe)
a – objeto perdido, goce, causa
$ – producto de la alienación y la separación
Luego Lacan hace girar su esquema ¼ de vuelta y aparece el discurso histérico: el $ se dirige a Otro para que con su saber diga la verdad del objeto que ella es: un objeto precioso.
$ —> S1
— —-
a / S2
Sólo si el analista calla podrá girar el discurso ¼ de vuelta más para aparecer el propio analista en posición de a –discurso analítico- y el analizante podrá encontrarse con su deseo.
a —> $
— —-
S1 / S2
Las histéricas de Freud efectivamente encuentran un Otro que produce un saber sobre su verdad, pero de otra manera que la que ellas esperaban, lo que produce es el psicoanálisis.
El analista, en tanto objeto, se dirige al analizante para que desde su Inconsciente produzca una palabra verdadera.
Una vez formalizado el discurso histérico Lacan lo usará como una escritura que le permitirá leer distintas situaciones; p. ej. en Radiofonía dirá que el discurso de la ciencia en el momento de la investigación, en el momento de su surgimiento, es el discurso histérico.
Este es el interés de hacerles dar el salto en la obra de Lacan que les propuse hoy, saltos que saben que en general no me parecen adecuados: ver cómo a partir del trabajo de la primeras histéricas de Freud, Lacan lleva la formalización hasta construir un discurso, una escritura, que después usa para seguir leyendo otras situaciones. A partir de las escrituras que recibimos de Lacan, podemos atrevernos a usarlas para escribir otras cosas.
Angeles Moltó